Ahora que has utilizado tu hamaca más veces que tu cama, ya sabes que probablemente es el momento de darle una buena limpieza. En este artículo te vamos a explicar cómo lavar una hamaca.
La vida también pasa para las hamacas. Manchas de café, suciedad, sudor, comida y quién sabe qué más… Veamos cómo limpiar una hamaca y dejarla como nueva.

Las marcas del uso se pueden encontrar en la mayoría de hamacas después de un tiempo de uso. Y en vez de echar una siesta entre el polvo y la suciedad recogidos durante meses, utiliza estos simples consejos para lavar tu hamaca y mantener los colores brillantes y la tela fuerte.
Seguro que ya conoces los beneficios que tiene dormir en una hamaca, pero si estás aquí es porque no tienes muy claro cómo lavarla. No te preocupes, es fácil mantener la hamaca limpia y agradable si la lavas con regularidad.
Pero te preguntarás: ¿Cómo lavar una hamaca? ¿Se puede lavar una hamaca en lavadora?
Dependiendo del material del que esté hecha tu cama colgante, puede ser que tengas que adaptar los métodos de lavado. En caso de duda, sigue siempre las instrucciones del fabricante para una limpieza adecuada.
Si no tienes instrucciones del fabricante, sigue los siguientes pasos y recomendaciones para lavar tu hamaca.
1. Quita los mosquetones y las barras separadoras

Asegúrate de no lavar los mosquetones con la tela. Deben limpiarse por separado. Más adelante veremos cómo hay que hacerlo.
Quítalos y déjalos a un lado. No los pierdas, guardarlos en un buen sitio donde no les pierdas la pista. Así que cuando tu hamaca esté limpia y seca, podrás volver a disfrutar de ella sin problemas.
Ya sabes que hay hamacas con barra o sin barra, y si tu hamaca tiene travesaños desprendibles, quita estas barras y sacude el polvo de la superficie.

2. Lava suavemente la hamaca

Hay dos maneras de limpiar las hamaca colgantes. Si tiene barras que se pueden quitar, podrás elegir el método que más te convenga. Pero si los travesaños no se pueden quitar, entonces no te queda más opción que limpiar la hamaca a mano.
Si estás lavando una de tipo maya, nicaragüense o brasileña a mano, ata cada extremo con una cuerda para evitar que las cuerdas de la hamaca se enreden.
Lavado a mano: ¿Cómo lavar una hamaca con barra?

Se puede lavar una hamaca con barras de diferentes maneras de forma realmente sencilla y sin necesidad de lavadora.
Puedes utilizar la bañera, o una piscina para niños con agua fría. También puedes extender la tela sobre una tabla o una superficie de hormigón y empápala completamente.
Luego vierte un poco de agua jabonosa o detergente suave y frota con tus manos. A menos que tu hamaca sea de cuerda, no recomendamos usar ningún tipo de cepillo pues comprometerá la integridad de los materiales.
Después, vacía el agua de la bañera y vuelve a llenarla con agua limpia para enjuagar el exceso de jabón, repite este paso si es necesario.
Si no estás utilizando una bañera, usa un balde o un cubo para enjuagar la tela. Cuando el agua salga clara, entonces la hamaca estará limpia.
Lavado a máquina: ¿Cómo lavar una hamaca en lavadora?

Si eres tan perezoso como nosotros y puedes utilizar una lavadora, esta es la forma más fácil de limpiar tu hamaca.
Muchas hamacas mexicanas o de otro tipo se pueden lavar en la lavadora. Sólo tienes que añadir una pequeña dosis de detergente suave y lavar la hamaca en un programa suave.
Es recomendable enrollar la tela y meterla en una funda de almohada, cerrando la parte superior con una pinza para la ropa o una cuerda.
Lava la hamaca sola, sin nada más en la lavadora. Con esto conseguirás que la tela salga más limpia ya que tendrá bastante sitio para sacudir la suciedad en la máquina.
Nunca utilices lejía, suavizantes ni productos de limpieza adicionales, y utiliza agua fría en un programa de ropa delicada.
Una vez que el ciclo de lavado haya terminado, saca la tela de la funda de almohada para ponerla a secar.
Nunca utilices una secadora de ropa para secar una hamaca.
3. Seca la Hamaca

Para secarla, escurre suavemente toda el agua que puedas y cuélgala en el exterior.
Lo mejor para secar tu hamaca es la brisa de un día soleado si es posible, así que tiéndela en el exterior.
No importar si normalmente tiendes tu colada en el interior o al aire libre, para secar el tejido necesitarás tenderla al aire libre.
¿Por qué?
¿Alguna vez has puesto las zapatillas en una secadora? Hay una razón por la que siempre salen malolientes y por la que se recomienda secarlas al aire libre.
Al poner a secar la tela al aire fresco, no llevará más de treinta minutos que la tela se seque completamente. Usa unas pinzas para la ropa, y tiéndela en una cuerda de tender la ropa.
Lo ideal es colgarla de la estructura para hamaca o su lugar habitual entre dos árboles o postes. También se puede tender en una cuerda limpia y fuerte.
Si tienes algún mecanismo de ajuste como unos tensores, entonces todavía mejor. Estos se acoplan a la cuerda y facilitan rectificar cualquier holgura sin tener que desatar y retirar la cuerda.
Poner un palo o una escoba cruzada en la tela cuando no tiene barras ayudará a que se seque más rápido. Asegúrate de que cuelgas la cuerda lo bastante alto para que la tela no se arrastre por el suelo.
La mejor manera de mantenerla en el mejor estado durante muchos años es protegerla del deterioro producido por el calor y el frío.
No la guardes con el equipo o la tela húmedos, ni tampoco cuando haya mucha humedad en el ambiente. No la guardes cerca de productos químicos corrosivos. Aunque no se deteriore, tampoco querrás que huela mal.
4. Limpia los mosquetones

Los mosquetones juegan un papel importante en el equipo de suspensión formado por anclajes y cuerdas para colgar la hamaca. Para mejorar la seguridad, asegúrate de inspeccionarlos regularmente.
Limpia los cierres del mosquetón soplando el polvo y la suciedad de la zona de la bisagra. Si observas algún cierre rígido, lávalo con agua tibia y jabón, enjuágalo bien y déjalo secar.
Para sacar el máximo provecho de ellos, lubrica tus mosquetones con cualquier lubricante seco a base de cera alrededor del área de la bisagra, el orificio del resorte y el mecanismo de cierre.
Asegúrate de limpiar todo el exceso de lubricante. Limpia y lubrica tus mosquetones siempre después del contacto con agua o aire salado.
5. Usa o guarda la hamaca

Una vez que los mosquetones y el tejido estén limpios y secos, ya puedes volver a usarla. Cerciórate de que la hamaca esté totalmente seca antes de usarla o de guardarla.
Mantén la cama colgante guardada durante el invierno para evitar que se dañe. Durante el verano, procura que no le de la luz directa del sol durante largos períodos de tiempo. Esto ayudará a que la tela mantenga la intensidad de sus colores.
No guardes tus mosquetones con el aire húmedo o el equipo o ropa húmeda, o cerca de productos químicos corrosivos. Si lo haces, no durarán mucho tiempo.
¡¡Ahora a ensuciar esa hamaca otra vez!!
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